Científicos españoles e italianos acaban de explicar el terremoto que arrasó Lisboa en 1755 y que intenta plasmar este antiguo grabado. La magnitud de aquel temblor de tierra fue de entre 8.5 y 8.7 puntos en la escala de Richter. Con su epicentro al sudoeste del Cabo San Vicente, el terremoto fue seguido de un tsunami con alturas de hasta 15 metros y causó la muerte de al menos 60.000 personas, 5.000 en España, y la destrucción casi total de la capital portuguesa.
Los expertos escriben en la revista científica Geophysical Research Letters, que tanto este temblor como el ocurrido el pasado 12 de febrero de 2007 frente a las costas de cabo San Vicente, “se atribuyen a un escenario poco común de convergencia de placas en la litosfera oceánica vieja, cuyas características distintivas son una muy alta rigidez y la propagación de rupturas sísmicas hasta profundidades inusualmente grandes alrededor de 50 kilómetros”. Ambos factores contribuyen a que fallas relativamente cortas en longitud puedan generar terremotos de elevada magnitud.
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